La unión con la persona que tienes enfrente, poder conectar con su interior y transmitir lo que lleva dentro es la síntesis del retrato. Conseguir "retratos
que hablan" o bien "observadores que escuchan". Ese es el objetivo.
En la fotografía urbana dicen que la foto es buena si puedes "oler la calle". En retratos la foto es buena si puedes escuchar la fotografía.
En una ocasión un visitante a una exposición se quedó mucho tiempo observando una fotografía de medio plano de una persona que, vista de espaldas, tocaba el violín.
Era una fotografía en blanco y negro de un señor más o menos mayor que parecía abrazar el violín que asomaba por su hombro al mismo tiempo que lo tocaba. Se acercó el autor intrigado y le
pregunto: ¿Porqué observa durante tanto tiempo esta fotografía? "Estoy escuchando" fue la respuesta.